Ahora,
que el polvo enturbia los recuerdos,
y me llegan tantas luces apagadas,
observo que se quedaron sin hojas
tantos árboles llenos de vida,
y tantos jardines quedaron sin flores.
Extraño mundo este el nuestro,
donde los silencios hablan,
las palabras callan,
y las miradas dejan caer
pétalos de olvido.
Inventamos de nuevo,
secretos de ilusiones,
colores vivos
que iluminan los sueños,
mientras volvemos a enamorarnos,
porque estamos enamorados de la vida,
de las luces de cada día,
de los inventos de la noche,
de nuestros amaneceres
y de los pequeños detalles
que fabrica nuestra mente,
al llegar el otoño o la primavera.
Ahora que,
navegamos por nuestra memoria,
y la de quien amamos y nos ama,
solo ahora,
somos capaces de sonreirle,
a los recuerdos del silencio
y al susurro de unos versos.
Escrita En Granada en Septiembre de 2004
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