Desde siempre, para siempre,
desde tu silencio eterno,
o desde la luz de tus ojos,
no volverá el amor
con la pasión de la mano abierta
o la ilusión de la ola azul.
No sabemos cuando todo enmudece,
ni sabemos cuando se duermen los labios,
solo sabemos que se desprende la caricia,
se adormece la mirada,
y los versos se escapan por una tarde de otoño,
buscando los surcos de los recuerdos.
El amor ya,
se convierte en derrota antes de comenzar,
y vemos como el cielo
se escapa de nuestras manos,
y no sabemos como fabricar
esas miradas, esas caricias,
que estuvieron, que vivieron,
que nos amaron y nos invadieron.
Y solo recuerdas,
fotografías de besos apasionados,
labios que querías apoderarte de ellos,
caricias eternas por tu cuerpo,
y manos que te enamoraban la noche.
Necesitamos volver a crear
el mas hermoso poema,
volver a invadir nuestro corazón
abrazando tu mirada,
y sentir como el mar
te rodea con su espuma nostálgica.
En Granada a Mayo de 2010
No sabemos cuando todo enmudece,
ResponderEliminarni sabemos cuando se duermen los labios,
solo sabemos que se desprende la caricia,
se adormece la mirada,
y los versos se escapan por una tarde de otoño,
buscando los surcos de los recuerdos.
Sin duda es un escrito tremendamente nostálgico, impregnado de recuerdos que causan
innegablemente mucho dolor.
Un abrazo siempre.
Mucha nostalgia en esas letras, Enrique, y sin embargo, me ha gustado.
ResponderEliminarun placer verte celi, se de tu sensibilidad..un beso...
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