Construimos el día a día,
entre murmullos,
silencios,
haciendo sonreír los sueños,
escribiendo música sobre la palabra,
juntando los cuerpos
cuándo la distancia llama a la puerta,
o cuando la noche abre una ventana,
para que nos fuguemos con el
corazón que palpita.
Creamos cada día,
ese jardín que ya no existe,
inventamos aires nuevos,
y hasta nos derretimos con un beso.
Reunimos los pequeños detalles,
que se pierden en el desierto de las mañanas,
y hasta hacemos milagros
cuando enfriamos el sol,
creyendo en un mar eterno.
Creamos secretos envueltos en rosas,
sombras de color azul,
y a través de tus manos
siento un rumor de olas
que solo se sienten
cuando besas un atardecer.
Vivimos cada día,
con brisa en los ojos,
cielos azules en la mirada,
y horizontes que acarician los labios.
Escrita en Granada, Julio de 2004
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